jueves, 2 de mayo de 2013

El punto desde donde partimos

Me gustan los desiertos tanto como los océanos... extraño sentir el calor traspasando la piel y quemando con voz de sal linea por grieta que se tatúan en la cara, extraño el frío que impide dormir, los amaneceres con lluvia bajo un árbol y los atardeceres entremedio de las arenas y la nieve... el mundo real es mas simple y lleno de fantasías, el mundo real viene por antonomasia en 4D, debemos cuidar los cerros y sus senderos, es el camino a la libertad que nos ha ido quedando. 


Tengo la suerte de conocer gente, que se ha dado cuenta del valor de correr por un cerro, que el sudor los empapa mientras solo iluminan las estrellas y sus ojos de alegría.

Suele ocurrir, que muchas cosas nos alejan de los valores reales y fundamentales como sociedad, estoy convencido que aun nos queda la alegría, de seguir jugando como niños, de seguir corriendo entre los arboles, de seguir perdiéndonos en un cerro, pero encontrándonos en el mismo punto desde donde partimos.












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